Las bases de la salud
El primer post va dedicado a un gran pilar de la salud, el movimiento. (personalmente creo que es el más importante, por sus efectos positivos en el organismo, adaptado a cada persona).
Uno de mis referentes en eso del movimiento es Rober Sanchez, donde alguna reflexión de este post es fruto de sus enseñanzas y su blog.
Interiorizar la siguiente afirmación que escuché por primera vez en el posgrado de PNIc con el grupo Regenera es clave: “No existe la persona sedentaria sana”.
Partiendo de esta frase tan contundente como cierta empezamos con el primer artículo. Si conocemos nuestra evolución como especie, la afirmación tiene más validez y se hace rotundamente cierta. Llegando a ser de sentido común (el menos común de los sentidos a veces). Para los amantes de la ciencia también tenemos numerosos estudios científicos que nos dicen que la actividad física previene y es parte en todos los procesos curativos de enfermedades no infecciosas. Las infecciosas en occidente las hemos erradicado o están controladas, gráfico 1. No obstante des de los años 50, van en aumento alergias y enfermedades autoinmunes (diabetes, asma, síndrome metabólico y obesidad etc…). Y no hace falta decir que la mala nutrición y el estilo de vida influyen en todas estas, pero hoy nos centraremos en un pilar básico, el movimiento.
Nuestro cuerpo da por hecho que te vas mover, y ¡mucho! (inconsciente y conscientemente). Si tu cuerpo no se mueve tendrás más probabilidades de enfermarte y/o que tu calidad de vida tarde o temprano sea peor, bastante peor. No estamos hablando solo de entrenamientos planificados e ir a andar, que también, sino de todo lo que conlleva movimiento del cuerpo o alguna de sus partes. Este es consecuencia de una respuesta mecánica que viene orquestada por un estímulo cerebral, para “encontrar solución” a un requerimiento fisiológico o del entorno. Cuando solo respiras y duermes también te mueves. Antes, cuando éramos cazadores-recolectores nos movíamos por necesidad. Ahora es voluntario, ya que tenemos comida en la nevera o muy cerca. Pruebe de mover-te con la barriga vacía, y como recompensa comer (alimentos frescos y de mejor calidad posible). Primer paso para reconectar con nuestros genes. ¡Lo están esperando!
¿Tienes cuerpo? ¡Muévelo!
La Esperanza de vida va en aumento, pero ¿Y la calidad de vida? No quiero decir que comiendo bien, moviéndote mucho (con sentido y coherencia) y tener satisfechas el resto de necesidades que mostramos en “pirámide de la salud ” no vayamos a padecer alguna enfermedad o lesión, pero tendremos muchas menos probabilidades.
Piénsalo, se consciente… Yo ya elegí moverme, primero bien y después mucho. ¿Y tú?
Aaah os avanzo una previa del siguiente post:
El segundo post lo vamos a dedicar a nuestros ancestros, la pregunta: ¿de dónde venimos? ya es más compleja y depende de tus creencias, nos vamos a centrar en que comíamos en las diferentes etapas como homo sapiens, nuestra especie.
Nuestros genes han variado un 5% o menos en los últimos 15.000 años. En ese momento se inició la revolución neolítica y empezó el consumo de cereales, lácteos y legumbres de forma habitual, (en España parece ser que un poco más tarde). Y solo hace 200 años que consumimos aceites refinado, azúcar, productos procesados… Y hace muy poco que estamos superconectados wasap, Instagram…
Ya veis que nuestro entorno ha cambiado muy rápido, nuestros genes no tanto…
Reflexión: ¿si no nos hemos adaptado al gluten en 15.000 años, como nos debe afectar la hiperconectividad tecnológica de muchas horas al dia de estos últimos años?
El principal problema de la humanidad es que tenemos emociones paleolíticas, instituciones medievales y tecnología de dioses E.O. WILSON.